A más de cinco siglos de fundación de la ciudad de Panamá
- Orlando Mendieta
- 15 ago
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Por: Pedro Rivera Ramos
Hace poco más de cinco siglos se fueron configurando a través de procesos y particularidades que caracterizaron la conquista y colonización de estas tierras por la Corona Española, lo que más tarde sería una nación con sus propios atributos e identidad y que hoy se desenvuelve en un contexto global de gran interconectividad, interdependencia, altos niveles de competitividad comercial, acelerado aumento del comercio de servicios y avances tecnológicos extraordinarios.
Todo esto ocurre sobre el mismo territorio que el 15 de agosto de 1519 no recibiera la fundación de una ciudad colonial más en América, sino fuera muy temprano, el emplazamiento que se dispuso para la construcción de una plaza de alto valor estratégico para el naciente imperio español.
Esa ciudad a más de medio milenio de fundada, es seguramente poseedora de una historia que no ha sido lo suficientemente contada, ni rescatada como se lo merece. Muchos hechos históricos, personajes y actos heroicos, tal vez, sigan todavía en el más completo olvido o en la oscuridad más profunda. Sin embargo, la festividad después 506 años de existencia debe también servirnos, no solamente para rememorar todo el camino andado, sino también para que empecemos a pensar, ya no tanto en la ciudad que tenemos, sino en la ciudad que queremos y nos merecemos todos los que la habitamos. Esta excepcional fecha podría ser el punto de partida, para acometer tan extraordinaria y fascinante empresa.
En ese orden de ideas, no hay duda de la necesidad que tiene la Humanidad y nuestra ciudad, de resguardar no solo la obra de arte que representan nuestros monumentos y sitios de indudable valor cultural, sino el significado histórico y espiritual que en ellos se encuentra encerrado. El legado histórico cultural tiene un papel fundamental en el desarrollo de lo que hoy somos y en nuestra identidad y continuidad como pueblo y como panameños. Cada día es más importante transmitir a las nuevas generaciones el valor intrínseco que nuestros monumentos, sitios y edificaciones históricas, han tenido en nuestro devenir, en nuestras luchas y en la construcción de nuestra sociedad.
De allí que el proceso de renovación urbana de la ciudad de Panamá, se debe emprender desde la perspectiva que permita una eficaz integración de todas las instituciones públicas y las actividades que les competen, así como la promoción de un desarrollo humano que favorezca de manera creciente un ambiente de paz y de convivencia pacífica entre todos los ciudadanos. Es primordial el desarrollo histórico y cultural de la ciudad no solo con fines de turismo, sino con el propósito que los ciudadanos conozcan y se identifiquen con su historia y con el valor arquitectónico, estético, científico y antropológico de sus monumentos, sitios y edificaciones. Este camino sería un buen comienzo.
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