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Empresas latinas apuestan por viajes grupales como incentivo

  • Foto del escritor: Orlando Mendieta
    Orlando Mendieta
  • 7 may
  • 2 Min. de lectura

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(Financiero News- Panamá) El panorama del incentivo y la fidelización en el mundo corporativo latinoamericano está experimentando una transformación significativa. Una tendencia que ya ha demostrado su eficacia a nivel global ha llegado para quedarse: los viajes grupales de empresa.

Estas experiencias, con diversos formatos y objetivos, se han consolidado como una poderosa herramienta tanto para recursos humanos como para estrategias comerciales.

Cada vez son más las compañías en Latinoamérica que apuestan por coordinar viajes grupales dirigidos a sus ejecutivos, empleados o clientes, con el propósito fundamental de motivar, recompensar y fortalecer la lealtad. La magnitud de estos grupos varía considerablemente, desde más de diez personas hasta cientos, dependiendo del objetivo específico. Mientras que un viaje para un equipo de ventas puede oscilar entre 50 y 500 participantes, un grupo de directores suele ser más reducido, entre 10 y 20. En cuanto a los viajes de fidelización de clientes, estos pueden llegar a congregar hasta a un millón de personas.

Leonel Reyes, director para América Latina de RCD Hotels, comenta sobre este auge: "Sin duda, hemos presenciado un crecimiento constante y permanente en la demanda de grupos de incentivo en la región. Este impulso se ha intensificado con las modalidades de teletrabajo y trabajo híbrido, ya que ahora no es necesario desconectar por completo a los ejecutivos y trabajadores para ofrecerles un viaje de placer o una capacitación específica".

El ejecutivo también destaca la adaptación del sector hotelero a las nuevas exigencias de las empresas: “Esto, por supuesto, significa que los hoteles nos hemos tenido que poner a la par de las necesidades crecientes de las empresas, como, por ejemplo, tener una buena y estable conexión a Internet; espacios dedicados para reuniones grandes y pequeñas; soluciones audiovisuales para presentaciones de distintas magnitudes; y alimentos y bebidas que responden a los requerimientos especiales que tengan para cada uno de sus momentos”.

Esta evolución ha llevado a un aumento en la capacidad de infraestructura de los hoteles para eventos. Aunque los viajes de incentivo no siempre incluyen exposiciones, sí requieren espacios adecuados para recepciones, check-in preferente, cenas privadas y otras actividades para grupos grandes o exclusivos.


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